Homilía Navidad 2024
El profeta Isaías decía en la primera lectura: “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitan en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Porque un niño nos ha nacido…” Cuantas noches atraviesan y atravesaron los pueblos en tinieblas. Cuantas noches atravesamos también nosotros con nuestras oscuridades, tinieblas, dolores y cansancios. Cuantas veces caminamos en la oscuridad del poder, de la corrupción, de las adicciones, de la muerte. Cuantas veces caminamos en el consumo, en el dinero y en el propio ego.
Y sin embargo caminamos a la espera de esa gran luz que hoy está brillando, porque un Niño nos ha nacido.
Esa luz que ya está brillando cuanto tiene hoy que penetrar sobre muchas oscuridades. Cuanto tiene que brillar esa luz ante tanta penumbre, dolor, desesperanza. A pesar de todo, esa luz brilla. Y esa luz es la alegría de la Vida, que está entre nosotros. Es la luz del camino que nos lleva a la salvación, la luz de la esperanza y de la fortaleza para salir de los encierros y de los miedos que estamos atrapados. Es la luz de la alegría para nuestros adultos mayores, olvidados, desprotegidos, ignorados. Dejémonos llenar e iluminar por esta luz. .
Seamos nosotros, como los pastores, quienes iluminados por la luz del Niño, ser luz en el mundo. Ser luz en donde se encuentran las discordias y divisiones familiares. Ser luz en donde la tristeza, la desesperanza y la depresión atrapó la vida de tantos hermanos nuestros, jóvenes y adultos. Ser luz en donde los corazones están rotos por las traiciones, las humillaciones y la discriminación. Seamos nosotros esa luz de la esperanza, la alegría y la hermandad. La luz de la misericordia, el consuelo y la bondad.
Para ir finalizando, Navidad para nosotros tiene que ser la sonrisa que le brindemos al hermano, la mano que le damos al que está caído y dejar que el Señor renazca en nosotros para brindarlo a los demás.
